miércoles, 30 de enero de 2013

El Cine Mexicano


El cine llegó a México casi ocho meses después de su triunfal aparición en París. La noche del 6 de agosto de 1896, el presidente Porfirio Díaz, su familia y miembros de su gabinete presenciaban asombrados las imágenes en movimiento que dos enviados de los hermanos Lumière proyectaban con el cinematógrafo en uno de los salones del Castillo de Chapultepec.

El éxito del nuevo medio de entretenimiento fue inmediato. Don Porfirio había aceptado recibir en audiencia a Claude Ferdinand Von Bernard y a Gabriel Veyre, los proyeccionistas enviados por Louis y Auguste Lumière a México, debido a su enorme interés por los desarrollos científicos de la época. Además, el hecho de que el nuevo invento proviniera de Francia, aseguraba su aceptación oficial en un México con un "presidente" que no ocultaba su gusto "afrancesado".

Después de su afortunado debut privado, el cinematógrafo fue presentado al público el 14 de agosto de ese mismo año, en el sótano de la droguería "Plateros", en la calle del mismo nombre (hoy Madero) de la ciudad de México. El público abarrotó el sótano del pequeño local -repetición de la sesión del sótano del "Gran Café" de París, donde debutó el cinematógrafo- y aplaudió fuertemente las "vistas" mostradas por Bernard y Veyre. La droguería "Plateros" se localizaba muy cerca de donde, unos años después, se ubicaría la primera sala de cine de nuestro país: “El Salón Rojo”.

La Revolución Mexicana contribuyó enormemente al desarrollo del cine en el país. Durante la Revolución Mexicana se produjeron películas documentales que relataron el conflicto armado convirtiendo a la Revolución Mexicana en el primer gran acontecimiento histórico totalmente documentado en cine. Nunca antes un evento de tal magnitud había sido registrado en movimiento.

La Primera Guerra Mundial, iniciada cuatro años después del conflicto mexicano, fue documentada siguiendo el estilo impuesto por los realizadores mexicanos de la revolución. Pancho Villa financió parcialmente su fuerza por medio de productores estadounidenses que grabaron sus batallas y se dice que "coreografió" la Batalla de Celaya especialmente para su filmación. 

Otros productores, como los hermanos Alva siguieron a Francisco I. Madero, Jesús H. Abitia acompañaba a la División del Norte y filmaba a Álvaro Obregón y Venustiano Carranza, actualmente todos los rollos de estas filmaciones están supuestamente perdidos.

Actualmente el cine mexicano es muy importante ya que ahora con los avances tecnológicos hemos podido evolucionar en cuanto a las mejoras cinemáticas.

En un futuro, las personas van a cambiar de opinión acerca de nuestro cine actual, puesto que para ese entonces va a haber muchos cambios en el cine, y pensarán igual que como nosotros pensamos del cine antiguo.



La industria en tiempos del Porfiriato


  • La Compañía Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, S.A. fundada el 5 de mayo de 1900, fue una empresa siderúrgica que durante 60 años se dedicó exclusivamente a la elaboración de artículos de fierro y acero no planos, tales como rieles, alambrón, varilla corrugada, estructuras, ruedas para ferrocarril y demás.

    A partir de 1960 se dedicó a la producción de los aceros planos. Dentro de los logros realizados por esta empresa, destaca la proyección de una serie de planes de expansión y modernización que abarcaron los años de 1957 a 1977, tendientes a modernizar la tecnología siderúrgica de Fundidora Monterrey.

    A partir de los años 70's se inicia el paulatino decaimiento de la empresa. Una combinación de problemas sindicales, de producción, devaluación económica, deuda financiera, entre otros, llevó a la considerada primera industria siderúrgica de América Latina a la quiebra el 9 de mayo de 1986. 

    Aunque ahora se utiliza como lugar turistico y en un futuro esta atracción turística  servirá igual como un museo para que las personas vean como era antes y el daño que le hacia la fabrica en ese entonces.

    "Te acercas de los que estan lejos, te alejas de los que estan cerca"



    La radio era el medio de comunicación el cual además de ser importante para el desarrollo de la sociedad fue un medio el cual unía a las familias todas las tardes, se reunían para escuchar los programas de radio, radionovelas, etc. Y todo esto fue gracias a Constantino de Tárnava que el 9 de Octubre de 1921 utilizando un transmisor de 10 watts y micrófonos Ericsson, realizó el primer programa en vivo de estudio en México y en Hispanoamérica. El programa tuvo una duración de dos horas de 20:30 a 22:30. 

    Hoy en día existen más medios de
    comunicación gracias a los avances tecnológicos, algunos ejemplos podrían ser, la televisión, el internet, el celular entre otros, que por un lado son de gran utilidad, ya que es más fácil comunicarnos, pero que se están convirtiendo en una gran adicción la cual en vez de unir a la familia conforme pasan los días la separa más y más. “Te acercas a los que están lejos, pero te alejas de los que están cerca”.
    Es tanta la inteligencia del hombre que en unos cuantos años más las nuevas tecnologías se desarrollaran de una manera más avanzada que las tecnologías que existen hoy en día, es por eso que pienso que los futuros pobladores de la tierra pensaran que nuestras formas de comunicarnos eran anticuadas a comparación con las que existirán, pero también pienso que la convivencia familiar se irá perdiendo al pasar de los años, pero como todo es parte de los cambios de la vida.








    La mujer en el siglo XIX


    Durante la época colonial, cuando surgen los estereotipos que gobernarían la vida general de la mujer del siglo XVI-XVIII, y más tarde la subsistencia de la mujer del siglo XIX, entre los que se encuentran resaltan: la sumisión absoluta al hombre, la predestinación al matrimonio, la permanencia en el hogar, el cuidado de los hijos, la conservación del recato y la virginidad, entre otros. la mujer como el indio y el esclavo fueron declarados inferiores, sometida a la explotación en calidad de objeto y a la tutela varonil por causa de su inferioridad" .
    La mujer del siglo XIX a pesar de haber vivido un cambio en las estructuras políticas, ideológicas, económicas y sociales, no vivió un cambio en el ámbito personal, pues sus sentimientos, pensamientos y opiniones quedaron callados y omitidos por la mayoría de los hombres y de la sociedad de dicho siglo. Ni la independencia ni la colonia le permitieron a la mujer desarrollarse como ser humano; es más, no le permitió ni siquiera decidir sus sentimientos en cuestiones de amor, amistad y fraternidad.

    La mujer al único papel al que podía aspirar, dentro de una sociedad creada y gobernada absolutamente por y para los hombres, era el de ser vista como conservadora de la riqueza, de la sangre y de la religión. Por lo tanto, para comprender la situación de la mujer durante el siglo XIX, es necesario echar un vistazo a la condición que mantenía en la etapa colonial, ya que es a partir de este periodo cuando se le empiezan a colocar etiquetas a la mujer que no cumplía las normas establecidas por la sociedad y a exaltar a la mujer que seguía el ejemplo de honradez, rectitud y respeto, hacia el hombre y la misma sociedad.
    Actualmente la mujer tiene derechos y más oportunidades de vida, y se tiene otra perspectiva sobre la mujer.
    La mujer es un ser humano, por tanto es una persona y como tal debe ser tratada. La mujer no es un objeto, no es un útil capaz de producir placer o dolor, no es una figura decorativa que se encuentre detrás del macho, es una persona que goza de igual dignidad que el hombre y por tanto, merece igual respeto y oportunidades. 

    La mujer ha dejado de ser considerada como un objeto pasivo para convertirse en un sujeto que juega un papel activo de suma importancia en la sociedad actual. Sin embargo, en México sigue molestándonos esta situación; seguimos considerando que la mujer debe estar en casa, cuidando a los niños, sin mezclarse para nada en los asuntos de los hombres (léase de los machos). Para algunos hombres, es molesto que una mujer trabaje, que una mujer opine y, sobre todo, que una mujer llegue a destacar; es decir, se sigue considerando a la mujer como un objeto al servicio del hombre y no como un ser humano, como una persona.
    La mujer tiene un papel en la actualidad tan importante como el del hombre y al igual que en otras esferas, la única forma en que puede esperarse algo positivo, es a través de la cooperación y la solidaridad, y no por medio de una competencia absurda.
    Les hace falta a los mexicanos, madurar y aceptar, que la mujer es un sujeto, una persona, a quienes todos tenemos la obligación de respetar y apoyar durante toda nuestra vida. Pues todavía algunos tienen la misma idea que nuestros antepasados.
    En el futuro puede que las cosas cambien, para bien como para mal pero el punto es que tenemos que seguir con la frente en alto defendiendo lo que creemos y lo que tenemos como derecho sin que nadie se oponga a ello.